La Escena

La escena era borrosa pues siempre para bailar me quito las gafas... en el ambiente sonaba el papá de los amores, (ay yo no quiero terminar contigo, yo no quiero que se acabe esto) la canción que sólo hace una semana le dediqué con el corazón en la mano y unos tragos de mas en la cabeza. Sabía que él iba a estar escuchando, sabía que esa canción le iba a recordar a esta tonta enamorada que sólo quería estar con él y ver lo que la vida les tenía preparado. La canté a toda voz, la grité para que a sus oídos llegara el canto que salía de mi corazón. Después sonaron un par de vallenatos mas, yo miraba de reojo, no me imaginaba nada, al final de cuentas estaba con la amiga de siempre, la exnovia del mejor amigo... que problema iba a tener eso?

De repente... vi unas figuras que se besaban y se cantaban románticamente. El corazón me dio un vuelco y el estomago se revolvió. Siempre hay que creerle al estomago, siempre tiene la razón. Me puse las gafas y adivinen que? eran ellos!!! No podía creerlo. Sentí rabia e intenso dolor.. ahora entiendo por que suceden los crímenes pasionales. No se para donde se va toda la sangre, pero estoy segura que a la cabeza no es. Sentía que se me dormían las manos de la rabia... no podía respirar. Ahí a tres mesas de distancia estaban juntos! El mismo hombre que hacía 24 horas me había invitado a comer y a ver una película, el que me había pedido que me quedara a dormir con él (menos mal no acepté), el mismo hombre que hacía 48 horas me había pedido que le diera tiempo mientras se quitaba los miedos, mientras se preparaba para una persona como yo, que me había dicho que me amaba y que yo tenía que saber que me lo había demostrado, el mismo hombre al que le canté que quería seguir con él, el mismo hombre que me cantó Bonita hacía una semana.

Ahora no es el mismo hombre, la verdad ya no se ni quien es. Me le acerqué y lo saludé cuando estaba en su idilio y me miró con una cara de... ah que cagada, pero que hp... los felicité por su enredo y lo único que la vieja atinó a decirme en medio de su borrachera fue: gracias! Gracias???? Gracias???? La palabra que cruzo mi mente, en letras mayúsculas fue: PERRA!!! pero no alcanzó a salir por mi boca, era muy grande y se me atoró en la garganta. Luego de eso, no quería saber nada mas de él, nunca mas, lo borré de mi celular, borré todos los mensajes de texto llenos de sus palabras mentirosas. Lo borré de mi vida.. Hoy ya no existe, para mi, no existe.

Ayer me di el permiso de odiarlo, de odiarlo con toda mi alma, de sentir la rabia y el dolor del engaño, me di permiso de recordar su cara con odio, odio negro... odio del que invade el alma y la vuelve oscura y malvada. Me di el permiso de sentir ganas de vengarme, de pegarle, de madrearlo hasta el fin del mundo... me di el permiso de sentir toda mi ira volcada sobre él. Pero sólo por ese momento, sólo hasta cerrar mis ojos y volverlos a abrir. No pienso cargar con ese sentimiento. Por eso, hoy, un nuevo día, ya no siento rabia, solo un inmenso hoyo en la mitad del alma porque mi mas reciente amor se murió para mi.