sábado, 6 de septiembre de 2008

Un dia sin desodorante

Esta mañana se me olvidó echarme desodorante. No fue por cochinilla ni por hacer la prueba, realmente se me olvidó y no solo eso, me di cuenta cuando ya habíamos salido de la casa, ibamos en camino a hacer compras y no había forma de devolvernos.
Después del primer shock, el no saber que hacer, la risa de mi amiga y el consejo de: fresqueate que aqui no da chucha, pues decidí hacer el experimento de estar un día de mi vida sin desodorante.
El dia estaba soleado, yo tenía puesta una camisetica manga siza, nos montamos en transmi y ademas ibamos para la zona de outlet a caminar por todas partes, lo cual incrementaba mi grado de preocupación acerca del problema del mal olor. El problema no es no echarse desodorante, ni sudar, el gran problema radica en la chucha. Mi gran preocupación radicaba en el hecho de que me diera chucha!!! Lo bueno es que tenía una aliada, mi amiga me dijo: no te preocupes que si algo se siente, yo de una te aviso.
Caminamos toda la tarde, visitamos muchos almacenes, nos medimos mucha ropa, sobreviví a la tarde soleada y no me dio chucha. La teoría de que en Bogotá no da chucha, es cierta, por lo menos yo, lo comprobé.