lunes, 30 de agosto de 2010

Jairo Anibal Niño

"A ti niño, porque los niños son los que nos enseñan a amar"


Jairo Anibal Niño marcó no solo mi infancia y hoy, en el día de su muerte quiero repetir aquí los versos que más recuerdo y que me llegan al corazón:


De La Alegría de Querer..


ME HACES UN FAVOR


¿Me haces un favor?
¿Qué clase de favor?
¿Quieres tenerme mis avioncitos durante todo el recreo?
¿Durante todo el recreo?
Si, es que tú eres mi cielo....


1 X 1



¿1 X 1?
Uno
¿1 X 2?
Todo
¿Todo?
Si, si, los dos se tienen cariño






CUANDO APOYO MI OIDO

Cuando apoyo mi oído
En el caracol de tu oreja
Escucho el mar de tu corazón

ES MEDIANOCHE


Es medianoche,
Mi ventana está abierta de par en par,
Desde el fondo de la oscuridad de mi cuarto
Veo como el marco de la ventana
Es la boca de una caja de cartón
Que poco a poco se va llenando de estrellas
Mientras pienso en ti.


TU CABELLO ES UNA BANDADA DE CHUPAFLORES


Tu cabello es una bandada de chupaflores,
Tu cara es un espejo mágico,
Tu sonrisa es un gol olímpico,
Tu mirada es un cinco en álgebra,
Tus manos son un par de mariposas,
Y tus pies dos caballitos blancos.
Serías perfecta si tu corazón no fuera de piedra.


COMO NO ME VAS A QUERER


Como no me vas a querer
Si soy un bombero heroico 
Que acaba de salvar un gato
Al que se le incendiaban
Seis de sus siete vidas.
Como no me vas a querer
Si soy el capitán de la nave
Que se posa suavemente
En una América del Sur
De un planeta lejano.
Como no me vas a querer
Si acabo de ganar
Por amplio margen
La vuelta a Colombia en bicicleta
Y el tour de Francia,
Y definitivamente,
Como no me vas a querer
Si soy capaz de soñar, todos los sueños,
Incluso el más lindo de todos:
Soñar que tú me amas


QUE ES LO QUE SIENTO


¿Qué es lo que siento,
Qué será lo que me ocurre,
Qué tienen mis ojos
Que mi osito de felpa
Cada día que pasa
Se parece más y más a ti


LECCIÓN DE MÚSICA


Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si. Si? Si, Mi, Sol, Si


CUANDO PASAS


Cuando pasas, 
Se cae un cuaderno,
Un pie tropieza,
Se escurren unos anteojos,
Se oprime una garganta


DESPUES DE SUPERAR


Después de superar
Treinta y dos miedos y medio
Por fin tuve el valor de acercarme a ti y decirte:
-Buenos días,
Y luego de un silencio que duró medio miedo,
Pude agregar:
-¿Verdad, que está lloviendo mucho últimamente?
Después de superar
Treinta y tres miedos y medio
Por fin tuve el valor de acercarme a ti
Y junto al buenos días
Ofrecerte una bolsa de palomitas de maíz.
Espero que te hayas dado cuenta
De que por lo menos una de las palomitas
Era mensajera.


Y A MI QUE ME IMPORTA


Y a mi que me importa que ya no me quieras
¿Es que acaso no oíste cuando hace seis meses,
Dos días, cuatro horas, quince minutos y tres segundos
Te dije: -Hágame el favor y me tiene mi cariño y mi bufanda
Que dentro de un rato vengo por ellos?
Claro que no estoy negando que hace seis meses,
dos días y cuatro horas, me devolviste la bufanda.


SI MARIA


Si María tiene tres manzanas
Y le da una a Nicolás,
¿Cuántas le quedan?
¿En qué estás pensando, Nicolás?
¿Acaso no sabes la respuesta?
Si María me da una manzana,
Todavía me queda una esperanza




De Preguntario...


USTED


Usted
Que es una persona adulta
-y por lo tanto-
sensata, madura, razonable,
con una gran experiencia
y que sabe muchas cosas,
¿Qué quiere ser cuando sea niño?


LECCIÓN


-Paula, ¿Usted sabe que es una oveja?
-Si. La oveja es una nube con paticas




¿QUÉ ES LA TRISTEZA?


La tristeza es un ajedrecista
que siempre juega con las piezas grises






¿QUÉ ES EL SILENCIO?


El silencio son seis cuerdas sin guitarra

¿QUÉ ES LA DESPEDIDA?


La despedida es una mano
que es un pañuelo
que es el corazón
y la distancia.

La despedida es una mano
que es un pañuelo
que es una mano
en el corazón
de la distancia.


Gracias Jairo Anibal Niño








































domingo, 22 de agosto de 2010

De los hijos y otros miedos absurdos


Siempre le he temido a tener hijos.  No solo he temido, en un punto de mi vida incluso me paralizaba la sola idea de algún día tener una pequeña personita creciendo dentro de mi, dependiendo a cada segundo de mi egoísta y poco bondadosa humanidad.

Cuando estaba en la universidad, a mi amor tormentoso, siempre le dije que sería el papá de mis hijos, y aunque sólo se lo dije a él -mi corazón no era promiscuo- creo que en ese momento aún no entendía la dimensión de mis palabras.  No entendía lo que un hijo llegaría a significar en mi vida.

Mas adelante me casé y crease o no, nunca pensé en agrandar nuestra familia bicomponente.  Si la plata a duras penas alcanzaba para los dos (y tres perros), me parecía absurdo pensar en traer chinos al mundo a sufrir.  Ahora, que esa historia terminó, creo que el no tener hijos fue la mejor decisión.  Hizo las cosas más fáciles, volver a comenzar no es tan real, cuando tienes un chiquito al que debes responderle cuando te pregunte: Y donde está mi papá?  De hecho recuerdo una vez en que un condón falló y me puse histérica, me tomé la pastilla del día después y las relaciones quedaron clausuradas por un gran período de tiempo, en mi cabeza ni siquiera cabía la posibilidad de pensar que un bebé llegara a mi vida.

Y llegó la separación, y con ella, la certeza del no querer hijos nunca jamás (léase bien: NUN-CA JA-MÁS).  Pobrecita mi madre, que nunca vería un nieto acabándole con la casa, ni seguiríamos la línea de la generación de Marías en la familia (María, Marina, MariaE, AnaMaría y probablemente Mariana que hubiera sido mi primera opción para una hija).  

Los miedos alrededor de un hijo para mi empezaban desde el momento de la concepción -De la concepción, o sea la fertilización, porque la parte anterior es bastante satisfactoria en la mayoría de los casos-.  Primero el que deba pasar un mes para saber que uno se encuentra en ese estado: para esas 4 semanas, seguro me habré pegado al menos 2 rumbas bravas y mi pobre chiqui tendría que aguantar que su irresponsable mamá le combine aguardiente a su ya pobre alimentación, donde le harían falta frutas y verduras que para ser sinceros, no soy tan juiciosa comiendo.  Y esto pasa, pasa mucho, de hecho, con dos de mis mejores amigas, nos metimos unas rumbas de amanecida y todo, justo antes de saber que estaban en embarazo, y al parecer a ninguna de las dos le afectó esto de manera negativa.  Tal vez, el embrión se aferra y dice: no mamá, no te vas a librar de mi antes de saber que existo.

Asumiendo que sobreviva a esas primeras 4 semanas locas, cómo va a poder sobrevivir en los meses siguientes a una mamá loca cuyo humor parece una montaña rusa?  Una mamá que le daría pánico empezar a engordar mes a mes, que no hace ejercicio, que no se alimenta de la mejor manera, que prefiere dormir a tener que ver a alguien mas, a quien no le gusta que nadie dependa de ella así como no le gusta tener que depender de absolutamente nadie?

Ahora el parto... Ya sea de forma natural (imagenes sangrientas de señoras gritando de manera impresionante, salidas directamente de discovery health llegan a mi cabeza) o la cesárea que no deja de ser dolorosa, pensar en cualquier procedimiento para hacer que un bebe de XX centímetros y XXXX gr salga de mi cuerpo, me hace estremecer de terror y sin saber si viene completo, si tiene algún retraso, si su cuerpecito es milimetricamente perfecto.

Y con todo esto, la pesadilla apenas comienza: noches sin dormir, no sólo por el llanto del recién nacido, si no por el pánico que debe dar el no saber si está respirando, o el por qué de su llanto, si le duele algo, si tiene hambre, el no saber cargarlo, darle la comida, que le de alguna enfermedad, el tener que volver a trabajar y dejarlo con una desconocida que puede hacerle cualquier cosa, el miedo de que cuando vaya creciendo cualquier cosa que le digas o hagas puede traumatizarlo de por vida y tu ni siquiera darte cuenta de eso, y la certeza de no volver a tener vida por tratar de evitarle cualquier sufrimiento, pues los que saben dicen que mamá y papá que se respeten, nunca vuelven a estar tranquilos, así sus hijos ya no estén en la casa, vivan su vida y tengan sus propios hijos por quien preocuparse.

La mayoría de mis amigas están casándose o ya teniendo hijos (incluso una ya va para la tercera) y yo era de las que las iba a visitar, pero ni siquiera cargaba a esos pequeñas criaturas de otro planeta... si mucho les tocaba la cabeza y disfrutaba mientras mis otras amigas cargaban, acariciaban y chocholeaban a los pequeños demonios.

Pero como toda regla tiene su excepción, no contaba con que en diciembre él me pidiera que le diera un hijo.  Mi primera reacción fue ponerme a temblar como hoja al viento, peor aún, como un enfermo de parkinson en sus últimos días, y como fue una cosa hablada en un momento de tragos, pensé que no tenía mucho de qué preocuparme, pero cuando al otro día, se despertó y lo primero que me dijo fue: piénsalo, la cosa volvió a darme vueltas en la cabeza.

Y lo pensé y lo pensé, oh Dios, si que lo pensé.  Su frase "con una mamá como tu y un papá como yo, nada puede salir mal" me daba vueltas en la cabeza todos los días, como si fuera una de esas frases de hipnosis que no sabes que te van a generar un comportamiento hasta que no te la dicen.  Y empecé a ver mamás felices con sus barrigas de 8 meses, y empecé a ver esos vestiditos pequeñitos que olían a nuevo, y empecé a cargar a los bebés de mis amigas y empecé a pensar que era injusto que mi mamá no pudiera disfrutar un nieto, y empecé a sentir esas ganas impresionantes de sentir un frijolito dentro de mi y empecé a oir el famoso reloj biológico que cada día suena más fuerte y empecé a pensar que tal vez no sería tan loco creer en que algún día puedo dejar de pensar solo en mi y tener a alguien que dependa de mis buenas o malas decisiones.

Y ahora que ya no estamos juntos y que muy probablemente no lo estemos mas, que hago con esta ilusión que es mas fuerte que el miedo? El problema no será encontrar a alguien que quiera tener un hijo conmigo, hay muchos hombres sedientos de esparcir su semilla en esta tierra, pero encontraré yo a alguien con quien quiera tener hijos.  

La realidad es que no quiero tener un hijo, quiero tenerlo con él.