miércoles, 19 de diciembre de 2007

Balances

Como todo, esta es época de balances y hoy siento que he fallado...

Estoy tratando de revisar qué es lo que he hecho para llegar a este punto, a fallar en todos los indicadores de éxito en la vida:

Fracasé en mi matrimonio, no pude sacar adelante la relación, no pude amar para toda la vida a la persona que yo misma escogí. Ahora que? que viene para mi? No quiero saltar de persona en persona muriendo me del susto de volverme a enamorar y que todo vuelva a lo mismo. Conocí a alguien espectacular, que me movió el piso, tal vez por mi vulnerabilidad emocional o tal vez porque se parece tanto a la persona que pedí unos meses atrás, pero me paralicé del miedo y además tampoco hay espacio para mi en su vida.

Muchos dirán: pero no te preocupes, eres una mujer exitosa en tu vida laboral. Wrong! Me sacaron de la empresa por la que trabajé hasta el cansancio por no poder demostrar que no soy una de esas trepadoras que en vez de hacer su trabajo se la pasa coqueteandole al jefe para que le suba el sueldo. Nunca di motivos para que ella, la esposa de mi jefe, la que maneja la empresa como si fuera una tienda de barrio, pensara eso de mi. Siempre, siempre, mantuve las distancias, me vestí decentemente todos los días, tenía mi trabajo siempre al día, pero al separarme pasé a ser una amenaza mayor y decidieron sacarme, sin pensar en todo lo que le aporté a la empresa y en todo lo que tenía por aprender. Me duele, me duele que todavía las señoras de casa crean que las mujeres que salimos a trabajar no seamos capaces de llegar arriba por méritos propios, por qué creen que todo nos lo regalan?

La familia? Tampoco por ese lado las cosas van mejores, aunque eso si debo reconocerlo, tengo una mamá que vale por el resto de la familia. Sólo que a veces no es suficiente. Sobre todo en estas épocas navideñas en las que las familias se reunen y se demuestran su aprecio. Ayer estuve en la casa de unos amigos que en verdad, yo se, me quieren muchísimo y se que puedo contar con ellos y veía a su familia, unida, alrededor de un pesebre, queriéndose de verdad y me sentí tan sola. Yo al casarme, tenía una familia, una con la que me encantaba estar, con la que nos reuníamos y nos queríamos, pero esa era la familia de él, de mi esposo, ahora ex-esposo, ahora también ex-familia.

Tal vez hoy no sea un buen día para los balances, este año he perdido más de lo que he ganado.

Aunque tengo la esperanza, que el próximo año será muy bueno y me dará toda la felicidad que este año no me dio. Al menos me queda eso, la esperanza..........

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